Nuestra Excelsa Patrona, preciosamente ataviada para la Cuaresma 2024 |
Si hace apenas una
semana contemplar a la Reina y Señora de Rute podía compararse con pasear por un “Jardín
del Cielo”, ponerse delante de su reja una semana después es arengar a los
sentidos en pos de que los mismos, rememoren escenas de belleza y humildad que
solo son posibles encontrándonos con el espectacular frontis que Ella luce
actualmente en su Santuario.
Y es que Nuestra Madre,
preciosamente ataviada por su equipo de camarería para la Cuaresma, con la
elegancia e impresionante belleza que la caracteriza, resalta especialmente con
su vestido de terciopelo de Lyón y su Santo Escapulario, bordado en oro fino con puntillas de hojilla.
Con su capa de seda
natural (con pequeños cristales en todo su contorno) y sus puños y cuello de
encaje de bolillos con hilos de oro color camel, nuestra Madre pone en valor la
sencillez y la humildad con la que los ruteños debemos vivir la recién estrenada
Cuaresma, dejando el despilfarro únicamente para la cascada de
oraciones dirigidas a su Divino Infante, a la que siempre nos invita nuestra Carmelita
para acercarnos más a Dios.
Para dicha oración, nuestra
Patrona luce en su cintura un precioso rosario de jade (regalo de la Cofradía de la Santa Vera Cruz y Caridad con motivo de su Coronación Pontificia), mientras su precioso
pelo se encuentra cubierto con una espectacular mantilla de velo con pequeños
bordados de Bruselas. Sin igual, también, resulta el magnífico vestido blanco bordado en oro que luce su Divino Infante, así
como los escapularios de orfebrería que sostienen en mano tanto el Niño como
nuestra Excelsa y Centenaria Patrona,
escapulario que tiende a sus hijos para acercarnos a Jesús en este periodo cuaresmal.
La corona de estrellas (de primeros de siglo y mejorada en 1925) y los impresionantes pendientes de lapislázuli, amén de exaltar la incuestionable hermosura de nuestra Madre, nos recuerdan a los ruteños que es Reina y Señora de nuestras almas, Abogada nuestra y la flor más bella que un día (hace ya cien años) la villa de Rute quiso por Patrona.
Completan la impresionante estampa cuaresmal de nuestra Madre un precioso broche en forma de rama de olivo que luce en su pecho (regalo de la Cofradía de Nuestro Señor en su Entrada Triunfal con motivo de su reciente peregrinación extraordinaria al Santuario) y otro en forma de rosa, regalo de la Seráfica Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús de la Rosa con motivo de la Coronación Pontificia de Nuestra Patrona en 2018.
Que cuando estos días de Cuaresma nos acerquemos a rezar a nuestra Carmelita a su Santuario, nos impregnemos de la magnificencia de su humildad, de la arrebatadora belleza de su presencia y de su imprescindible instinto de Madre virginal.
Que la imagen de María (apesadumbrada) que tantas veces contemplaremos durante esta Cuaresma a través de las bellísimas
imágenes de la Virgen de las Hermandades de Pasión de nuestra
villa, nos sirva para dirigir nuestras oraciones a Ella, tanto para
paliar su desconsuelo, como para honrar su bellísima advocación del Carmelo.
Ya es Cuaresma en el
Carmen: tiempo de austeridad, penitencia, caridad y humildad, endulzadas este
año con la inmensa alegría del Centenario y del Año Jubilar.
Que así sea…..
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