Entre las medidas que está tomando la recién nombrada Junta de Gobierno de la Archicofradía, está la de recuperar el mayor símbolo que una institución carmelitana puede tener, el Santo Escapulario. A excepción de algunas etapas, desde hace décadas el elemento distintivo de los hermanos y hermanas era una medalla con el escudo carmelita Calzado con cordón marrón y blanco. Desde el pasado 11 de febrero, podremos llevar el Escapulario carmelita, que fue el mayor regalo que la Virgen del Carmen dio a sus devotos y a sus órdenes religiosas. El llevarlo en todos los actos públicos de la Archicofradía debe ser un honor y un deber para todos los que nos sentimos hijos de María Santísima.

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