En el día hoy, celebramos la festividad de
todos los Santos, fiesta que se
conmemora en toda España y en otros muchos lugares del mundo. Es una tradición
para honrar y traer a nuestra memoria a las personas que han fallecido, por lo
que se trata de un rito de recuerdo. En pos de dicho recuerdo, igualmente, en
todas las iglesias se ofician misas en memoria de estos seres queridos.
Los ruteños y devotos de nuestra Madre del
Carmen, dedicamos el día de hoy para honrar y visitar en el camposanto ruteño
de San Cristóbal a nuestros seres queridos y familiares que ya no se encuentran
con nosotros. Allí, durante la jornada de hoy, a muchos de nosotros se nos
vendrán a la memoria estampas e imágenes de los emocionantísimos momentos que
tuvimos la oportunidad de vivir el pasado 1 de Noviembre de 2017, durante la
visita de la Patrona de Rute al interior del camposanto ruteño, con motivo de
la salida extraordinaria de nuestra Madre al Santuario de Nuestra Señora de la
Soledad, con motivo de su Coronación Canónica Pontificia (visita que constituyó
la primera de las salidas extraordinarias de la Virgen).
En un día realmente espléndido, tras la
solemnísima misa celebrada en la explanada del Cementerio, presidida por las
imágenes de Ntra. Sra. de la Soledad y de nuestra Patrona, y en la que tuvimos
la suerte de compartir dicha Eucaristía con nuestros hermanos cofrades de Ntra.
Sra. de la Soledad, María Santísima del Carmen, antes de emprender el camino de vuelta a su Santuario, visitó el
interior del Cementerio Parroquial de San Cristóbal, erigiéndose esta visita,
como uno de los actos y momentos más intensos y emocionantes de la Coronación y
que quedarán ya grabados para siempre tanto en la memoria de los ruteños, como
en la historia de nuestra Villa.
En medio de un respetuosísimo silencio, la Patrona de Rute, bajada a ras de
suelo por una cuadrilla compuesta por nuestros hermanos cofrades de Ntra Sra.
de la Soledad, atravesaba el arco metálico de la puerta principal del
Cementerio, avanzando posteriormente hasta justo la parte baja del camponsanto,
lugar en el cual la imagen de la Señora, quedó colocada de cara a todo el
pueblo que la acompañaba, para el rezo del responso por parte de nuestro
Consiliario, D. Juan Carrasco y para el posterior canto de los Hermanos de la
Aurora. De fondo, el Hacho y Las Cruces… ¿Qué mas se podía pedir?
La Patrona de Rute, abrazaba de esta manera a
esos sus hijos ruteños que dejaron la vida terrenal para emprender el camino
hacia el Padre, guiados por la intercesión del Santo Escapulario. Queda para
argumentario y memoria personal de cada uno de nosotros, los sentimientos,
miradas, sollozos y rostros llenos de fe, nostalgia y esperanza que la Madre
ruteña motivó y arengó ese día en los corazones de los allí presentes.
Sepamos aplicar e interpretar esos momentos
maravillosos vividos con nuestra Madre hace justo un año como lección de
fe como motor y perseverancia en la
oración por nuestros seres queridos, así como para darle más sentido a este nuestro peregrinar por esta vida
terrenal, en pos de que la misma nos sirva para estar más preparados como cristianos, para la llamada del Padre.
La intercesión de nuestra Madre y Patrona y la
cercanía a Ella que ha motivado su reciente Coronación, nos deben servir de
aliento y motivación para una mayor oración y la dedicación a Dios y a la
Iglesia.
Que así sea...
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