En esta serie de fotografías de nuestro hermano Antonio Rabasco Burguillos contemplamos el atavío que luce la Virgen del Carmen de cara al tiempo pascual y que ya ha podido ser admirado durante los días de la Semana Santa.
Nuestra Carmelita se presenta sobria pero al mismo tiempo elegante y majestuosa, portando saya y escapulario bordados del año 2003 y manto brocado recogido en el brazo derecho. El pelo es cubierto por una inmaculada mantilla que define la silueta de la Virgen. Por su parte, el Niño Jesús viste su túnica con antiguos bordados en oro con la técnica de cartulinas. Cetro, media luna, Escapularios de mano, rosario a la cintura, bastón de mando y coronas completan los atributos iconográficos que identifican a la Virgen María como reina de todo lo creado y Madre nuestra.
Desde aquí damos la enhorabuena a la camarera de la Virgen por la labor que realiza, mostrándola preciosa en cada cambio que efectúa.
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