En estas fotografías de Julián Rey podemos contemplar como se encuentran vestidas actualmente las sagradas imágenes de la Virgen del Carmen y del Niño Jesús, vestido de cristianar para la soleminad del Nacimiento de Cristo. Un escapulario y un sonajero de plata completan el atavío del divino Infante, verdadero y principal protagonista de la Navidad. La Madre viste un antiquísimo conjunto de saya y escapulario, capa beige con estrellas, media luna plateada, cetro y corona también muy antiguos. La mantilla que cubre su cabello se recoge en el pecho con un sencillo broche.
El altar mayor también se encuentra engalanado profusamente a base de pascueros que han sido donados por un gran número de devotos. En el intertior del camarín, la Virgen es escoltada por dos grandes jarras de orquídeas blancas y hojas de roble que nos dan una estampa inusual de nuestra Patrona para estas fechas.
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