En un desplazamiento desde la Parroquia de Santa Catalina a su Santuario que de nuevo quedará en la memoria por su excepcionalidad, la Reina y Señora de Rute ya se encuentra de vuelta en su bendita morada.
A las
seis en punto de esta mañana, la Santísima Virgen del Carmen,
ataviada de manera austera, sencilla y hermosa, abandonaba la Parroquia Mayor
de Santa Catalina Mártir, en la cual ha permanecido desde el 4 de Julio para la
celebración en la misma de los cultos y actos religiosos 2020 organizados en su
honor.
Acompañada
en el cortejo por la Junta de Gobierno de nuestra Real Archicofradía, Hermanas
Mayores y nuestro Consiliario (el Rvdo. Padre D. José Gregorio Martínez Osorio), la Reina y Señora de Rute ha recorrido el camino de vuelta a su Santuario
caminando por las calles Constitución y Toledo, portada por ocho de sus
hermanos de varal. El rezo del Santo Rosario ha acompañado el caminar de nuestra
Madre.
Entronizada
en la peana dorada de su camarín, nuestra Carmelita ha tenido la oportunidad de
contemplar -aunque sea de manera fugaz- el engalane que han lucido las calles
del centro de la localidad durante estos días, muestra del amor y de la
nostalgia a la vez que ha supuesto para sus hijos ruteños saber que la Madre
del Carmen no iba a recorrer las calles de la villa para poder bendecir sus casas, como lo hace triunfalmente cada quince de Agosto.
Especial
por su emotividad y sentimiento ha sido el paso de María Santísima del Carmen
por la Plaza que lleva su nombre, en la que este año no ha podido recibir las
oraciones de los ruteños a los sones de su himno y sus composiciones.
Tal si
nuestra Carmelita fuese consciente de ello y, como queriendo volver su rostro recorriendo
con su mirada la villa de la que es Reina (desde el Llano hasta el Parque y de
San Pedro a la Vera Cruz), la Virgen ha querido recordar a los ruteños que de
nuevo la tenemos en su Santuario para recibir nuestra visita, desde donde
con tanto cariño, fervor y suprema
devoción la veneramos durante todo el año.
Ha
resultado inevitable en el discurrir de la Virgen por la calle Toledo, no extrapolar esa imagen con la de una hipotética recogida hacia su Santuario un
día quince de agosto normal al son de Reina y Señora, solo que en este caso, la
música de dicho pasodoble ha sido el latido del corazón de los ruteños
que la tuvimos presente durante todo un Día del Carmen de 2020 que ya es
historia.
Al
filo de las seis y media de la mañana, la Estrellita del Monte Carmelo, que había estado parpadeando por las calles de Rute camino del Carmen, se
confundía entre el Cielo y la Tierra del horizonte de Los Barrancos haciendo su
entrada en el Santuario de la calle Toledo, justo en el momento en el que la
noche ruteña se conformaba a perder el pulso que mantenía con el despuntar de
la mañana del dieciséis de Agosto.
Una
mañana ruteña de esperanza y luminosidad carmelitana,
gracias al resplandor que de nuevo proyectará desde su Santuario la Santísima Virgen
del Carmen.
Gracias,
Madre, por habernos dado la oportunidad de disfrutarte de una manera más
cercana en la Parroquia de Santa Catalina durante estas pasadas semanas, y de
enseñarnos que la oración y el rezo, también sirven para llevarte a hombros por
las calles de tu Rute.
Ya te tenemos de nuevo en tu Santuario, Carmen, en tu camarín, embriagándonos de cercanía y belleza con aromas de nardo y jazmín, y desde donde seguirás repartiendo las flores que de tus devotos recibirás sin fin.
¡Viva
la Virgen del Carmen!
¡Viva
la Patrona de Rute!
¡Viva
la Reina y Señora!
¡Viva
la Emperatriz Carmelitana!
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