La Santísima Virgen del Carmen, en una solemnísima
procesión, recorrió las calles de su villa, de la que es Reina y Señora,
arropada por sus hijos ruteños y devotos en general, que la agasajaron hasta la
entrada triunfal en su Santuario. Antes, por la mañana, la solemne función
religiosa, cantada por la Coral Bel Canto de Rute, ya había llenado de
sentimiento el corazón de la familia carmelitana ruteña.
La
solemne función religiosa, celebrada en la Parroquia Mayor de
Santa Catalina Mártir de Rute, ya sirvió como aviso sentimental previo a la
emoción que nuestra Patrona desbordaría por las calles de Rute en su bellísima
procesión vespertina.
Con
un altar mayor de Santa Catalina Mártir primoroso y completamente adornado de
nardos, una Patrona de Rute vistiendo sus mejores galas y estrenando la
esplendorosa bambalina frontal del palio de su paso procesional (obra del
artista sevillano de Paradas D. Ignacio Escobar Guisado) fue la Real
Archicofradía la encargada de llevar el peso de la liturgia en tan importante
celebración eucarística.
Durante
la Santa Misa, en la que ocupó la Sagrada Cátedra el Rvdo. Padre D. José
Gregorio Martínez Osorio (Consiliario de nuestra Real Archicofradía y Párroco
de Santa Catalina Mártir), este último invitó a todos los ruteños a vivir de
manera muy cercana la fiesta de la Patrona de Rute, la Santísima Virgen del
Carmen, así como a realizar un ejercicio interior espiritual en pos de ponernos
en manos de nuestra Madre y de reflexionar sobre lo que nuestra Carmelita
quiere para cada uno de nosotros. Igualmente, al final de la eucaristía,
nuestro Consiliario tuvo unas cariñosísimas palabras con la junta de gobierno
de nuestra Real Archicofradía, agradeciendo el trabajo realizado durante estos
cuatro últimos años que ahora finalizan, al tiempo que arengó a los hermanos de
la Real Archicofradía, devotos y pueblo en general, a seguir trabajando por
María Santísima del Carmen en pos de seguir agrandando la más que demostrada
devoción del pueblo de Rute por su Patrona.
La
solemne función religiosa, estuvo primorosamente cantada por la Coral Polifónica
Bel Canto de Rute, que interpretó magistralmente los dos himnos compuestos el pasado
año con motivo de su Coronación Canónica Pontificia: el de Dª. Ana Burguillos
(nuestra pregonera) y D. Miguel Herrero, y el del también excepcional músico
ruteño D. Antonio González. Los hermanos
de la Aurora de nuestra Patrona, entonaron al final de la misa el sentido “Ya
venimos colmados de gloria”, que cada año sirve para decirle a la Madre ruteña que
un año más hemos podido disfrutar junto a ELLA de sus fiestas.
Especialmente
emotivas fueron también las palabras de despedida pronunciadas por nuestro
Presidente, D. Leopoldo José Jiménez Roldán, que agradeció de corazón tanto el
trabajo realizado por su Junta de Gobierno, como la ayuda recibida por el
clero, asociaciones, hermandades, cofradías y, en especial, la prestada por el
Excmo. Ayuntamiento de Rute, que en todo momento se ha volcado con su Patrona
(siempre de la mano de la total predisposición de nuestro Alcalde y Presidente
de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba, D. Antonio Ruiz Cruz).
También
durante la celebración de la Santa Misa, tuvo lugar la bendición de la nueva
bambalina frontal del paso de palio de María Santísima del Carmen, realizada por
el bordador sevillano D. Ignacio Escobar Guisado, bordada en oro sobre
terciopelo blanco, y de la que haremos una especial mención igualmente en
nuestra web.
Y
entonces llegó la jornada vespertina más grande y festiva de nuestra Villa: la
del DÍA DEL CARMEN, anunciada a golpe de sentimiento y explosión de júbilo y
fervor, primero, por la Agrupación Musical “Los Polillas” de Cádiz (que interpretaron
dos marchas a nuestra Patrona en el interior de Santa Catalina) agudizando los
sentimientos de todos los allí presentes y, en segundo lugar, por el repique de
las campanas de la Parroquia de Santa Catalina, que anunciaban alborotadas que
la Patrona de Rute, al filo de las nueve de la noche, iba a visitar a sus hijos
entronada en un maravilloso jardín de nardos que la perfumaron por todo el
recorrido de las calles de nuestro municipio.
Tras
la apoteósica salida de nuestra Carmelita por la puerta principal de Santa
Catalina, se ponía en marcha el impresionante cortejo que parecía guiar los
pasos de María Santísima del Carmen por las calles de Rute (en la vuelta a su Santuario).
La
primera parada que realizó nuestra Madre fue la del Círculo de Rute donde, un
año más, la voz de fondo de Diana Navarro interpretando la Salve Marinera, fue
la encargada de constatar que el mar de devotos que esperaban a la Virgen del
Carmen abarrotando la calle del Pilar, se encontraba en calma y en sosiego
disfrutando de nuestra Patrona, mecida suave y piadosamente por sus hermanos de
varal, que tanto la cuidan bajo las órdenes de sus dos capataces, D. Juan
González y D. José Manuel Reina.
Desde
allí, el recorrido por la callejuela La Salera y Priego, sirvió a la Carmelita
ruteña para llegar a la Plaza de Ntra. Sra. de la Cabeza. Allí, donde también
la esperaban sus devotos del Barrio Alto de Rute, la Virgen del Carmen se
miró en el espejo de la fachada de la Parroquia de San Francisco y
contempló cómo su reflejo era el de nuestra Virgen Morenita.
También
la esperaban nuestros hermanos cofrades del Santísimo Cristo de la Misericordia
y de Nuestro Padre Jesús de la Rosa, que tampoco quisieron perderse la esperada
visita de la Señora y Patrona de Rute a la Parroquia de San Francisco de Asís.
Todo ello en un camino que nuestra Madre realizaba por un pueblo engalanado
hasta la bandera por reposteros, colgaduras, banderitas y alumbrado extraordinario,
que sirvieron para convertir a Rute y a su Día del Carmen, en un verdadero
rellano donde la fe y la devoción esperaban a entrar en el inmueble intangible
de la satisfacción y el fervor de los ruteños.
Previamente
a la bajada del Cerro, la Real Cofradía de María Santísima de la Cabeza
Coronada, esperó a nuestra Madre con la música de la Salve a las puertas de su
Casa de Hermandad en la calle Fresno, momento emocionante igualmente para
destacar y agradecer.
A
partir de ahí, las palabras devoción, sentimiento, júbilo y fantasía, son las
que mejor pueden definir y sustentar el abanico de sensaciones que el pueblo de
Rute vivió al lado de su Patrona hasta su vuelta al Santuario.
Después
de la visita a la Ermita de San Pedro, las salvas que nacían en el seno del
Parque, anunciaban uno de los momentos más mágicos del año en nuestra Villa: la
llegada de nuestra Madre del Carmen al bellísimo recinto del Paseo-Parque.
Los
ruteños que cantaron con la mirada fija en su Patrona tanto la Salve Marinera
como el himno de José María Pemán, ya habían puesto a los pies de María
Santísima el Carmen su corazón, sólo a la espera de que nuestra Patrona se los
llevara a su Santuario para guardarlos bajo su manto.
La
quema de la fantástica colección de fuegos artificiales preparada de manera
cuidada por Pirotecnia Zaragozana, pareció cubrir a los ruteños de luz y
llenarse aún más del amor de nuestra Madre, que poco a poco caminó hasta la
plaza que lleva su nombre para acompasar su palio blanco de plata y oro, con
las bandas de música que le iban acompañando. Entonces fue cuando, en verdad,
Rute se había hecho un paraíso en la Plaza con su nombre Coronada.
La
interpretación del himno de la Coronación de Ana Burguillos y Miguel Herrero,
sirvió para hacer músculo nostálgico para dar paso a la interpretación de Reina
y Señora, momento en el cual el palio de nuestra Madre se quedó pequeño para
recibir tal avalancha de oraciones, piropos y vivas en la calle Toledo.
Ni
los rezos del himno de la Coronación de Antonio González, pudieron parar el
tiempo para mantener el éxtasis carmelitano y patronal que reinaba en el
ambiente, que tanto hubieran deseado en este instante, nuestros Hermanos
Mayores, nuestra Carmelitana Mayor y su Corte de Honor.
La
Patrona de Rute ya está en su casa, en su Santuario, desde donde ejercerá de
Abogada nuestra durante todo el año y desde donde seguirá siendo ese faro
del Carmelo que brilla desde el Cielo y en el ancho mar de olivar sobre el que
reina.
Desde
allí Ella siempre será: Reina y Señora, Emperatriz Carmelitana y Patrona
nuestra.
¡VIVA LA VIRGEN DEL
CARMEN!
¡VIVA LA PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA REINA Y SEÑORA!
¡VIVA LA EMPERATRIZ
CARMELITANA!
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