Inmensa
alegría con la que nos despertamos en esta mañana de sábado los ruteños, en
medio de este escenario de nueva normalidad en el que nos encontramos y bajo el cual se tendrán que desarrollar
los cultos religiosos en honor a nuestra Carmelita.
Durante la pasada madrugada, María Santísima del Carmen, acompañada por la
Junta de Gobierno de su Real Archicofradía, encabezada por su Presidenta, Dª.
Ana Burguillos Arenas y las Hermanas Mayores 2020, Dª. Cristina y Dª. Teresa
Molina Granados, ha sido trasladada de manera extraordinaria (dadas las circunstancias sanitarias de distanciamiento social y prevención en las que aún nos encontramos) desde la bendita morada de su Santuario hacia
la Parroquia Mayor de Santa Catalina Mártir de Alejandría, donde permanecerá
durante todo el mes de Julio y parte del mes de Agosto, en pos de poder celebrar en la misma sus actos y cultos religiosos.
Sin
precedentes, inolvidables y, a la vez, emocionantes, los momentos que se han podido vivir en torno a la
soberana presencia de nuestra Señora durante la madrugada por el corazón
de nuestra Villa, camino del templo mayor ruteño.
El recorrido ha discurrido por la calle Toledo y Constitución y durante el mismo se ha
rezado el Santo Rosario, dirigido por el Consiliario de nuestra Real Archicofradía,
D. José Gregorio Martínez Osorio, en un ambiente de total recogimiento,
respeto, sentimiento, distanciamiento y fervor hacia nuestra Madre del Carmen,
que parecía a esa hora de la madrugada andar por sí sola por la calle Toledo, rumbo a la
Parroquia de Santa Catalina, cual si estuviese
deseosa de otorgar a sus hijos ruteños la alegría de que la encontraran allí en
esta gloriosa mañana de sábado para poder abrazarlos y recibirlos aún más cerca si cabe.
Y
es que contemplar a nuestra Madre del Carmen, en el silencio de la noche,
ataviada con su traje carmelita (estrenado en su primera salida procesional
extraordinaria a la ermita de Ntra. Sra. de la Soledad con motivo de su
Coronación Canónica Pontificia, el 1 de Noviembre de 2017) bajo un cielo de estrellas
(esta noche más carmelitanas que nunca), ha supuesto para los ruteños que en
ese momento dormían tranquilos (tal y como reza una estrofa de una copla de los
Hermanos de la Aurora) escuchar el nombre del Carmen, Sagrada Patrona de
nuestra localidad, pronunciado esta vez bajo el lenguaje de la cercana presencia de la Reina y Señora de Rute.
Como
igualmente singular, inolvidable y para la historia, ha sido la estampa de
nuestra Madre (durante el recorrido) detenida en plena madrugada en la Plaza
que lleva su nombre, así como el íntimo y profundísimo momento de
oración vivido a las puertas de la Residencia Juan Crisóstomo Mangas, con la
presencia de nuestra Madre, durante el responso rezado en dicho lugar por
nuestro Consiliario, D. José Gregorio Martínez Osorio, en recuerdo a los
ruteños que perdieron la vida en los últimos tres meses como consecuencia de la
pandemia causada por el Covid-19. Pandemia, además, que aún no ha terminado y
que tiene condicionada totalmente nuestra vida, de ahí la excepcionalidad del traslado realizado.
Tras
el rezo del responso a las puertas de la Residencia, María Santísima del
Carmen, hacía su entrada en la Parroquia Mayor de Santa Catalina por la puerta
lateral de la calle Priego, rezándose a su llegada la parte final del Rosario.
Posteriormente,
nuestro Consiliario y Párroco de Santa Catalina, ha dado la bienvenida a la
Parroquia a nuestra Señora y Patrona, mostrando su inmensa alegría por la
presencia de nuestra Carmelita en el templo y animando a los presentes y al
pueblo de Rute en general a disfrutar de los cultos religiosos en honor a
nuestra Patrona en este año 2020 de una manera más espiritual. Ella, sigue
velando por nuestro pueblo y durante su estancia en Santa Catalina escuchará
las súplicas y peticiones que sus hijos ruteños le presentarán en sus visitas
diarias (ha recordado nuestro Consiliario con mucho acierto y sentimiento).
El
canto del himno a nuestra Patrona, a modo de despedida, ha puesto punto y final
a un traslado extrarodinario y excepcional que figurará de una manera muy especial en la historia
carmelitana cofrade de nuestra Villa.
Ahora,
ruteños, sólo nos queda disfrutar de la presencia de María Santísima del Carmen
en la Parroquia de Santa Catalina durante este periodo estival, en el cual, nuestra Madre permanecerá en la misma, acudiendo a rezar el Ángelus a diario y
participando en los cultos de su Onomástica, en la misa de celebración del
segundo aniversario de la Coronación y en la Novena en su honor a celebrar en
el mes de Agosto, actos y cultos sobre los cuales os informaremos puntualmente a través de esta página web oficial de nuestra Real Archicofradía
y redes sociales.
La
nueva normalidad no ha impedido que haya cosas que nunca cambien: la presencia
de nuestra Carmelita en Santa Catalina en el periodo estival (para seguir
siendo desde allí el centro de nuestra vida cristiana y mariana) y, en segundo
lugar, la eterna belleza del incontestable rostro de la soberana ruteña,
agigantada si cabe ante las adversidades vividas en las últimas semanas para
dar más cobertura al infinito fervor que la villa de Rute le profesa.
Ruteños:
¡ya tenemos en la Parroquia de Santa Catalina a nuestra Carmelita, a María!
¡No
puede existir en esta mañana de Sábado, mayor causa para nuestra alegría.!
Que
así sea…
¡Viva la Virgen
del Carmen!
¡Viva la Patrona
de Rute!
¡Viva la Reina y
Señora de Rute!
¡Viva la Emperatriz Carmelitana!
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