Texto:
Jesús Manuel Redondo Alba
Imágenes:
Diego Alba | Antonio Rabasco | Javier Rabasco
Los que
tuvieron la suerte de asistir el pasado 15 de diciembre a la misa de viernes y
a la posterior celebración de la segunda ponencia de temática carmelitana, con
motivo de la próxima coronación canónica pontificia de nuestra Patrona, ya
tuvieron la ocasión de contemplar la belleza y la luz que rodea la morada de
nuestra Carmelita para recibir el Nacimiento del Salvador.
Y es que
contemplar el altar mayor del santuario de nuestra Madre y Patrona
espectacularmente engalanado con los típicos pascueros rojos, recordando la
llegada de la Navidad, es una auténtica y verdadera delicia para los sentidos.
Como delicia, igualmente, es contemplar a María Santísima del Carmen, Patrona
de Rute, llena de esplendor con su hábito marrón bordado en llamativos tonos y
colores florales, y con su capa de tisú de oro recogida en forma de paseo. Color
dorado como el de la corona de 1994 que luce -regalo de Ana Villén-, y el de
las miles de estrellas que ciñen su frente, sobre las que rebotan nuestros
anhelos, inquietudes y quebrantos.
En su
brazo, el Niño, al que esperamos con los brazos abiertos y con el corazón
henchido de gozo y plenitud, engalanado con un precioso vestido azul, que nos
recuerda la recién celebrada fiesta de la Inmaculada Concepción de María.
Un
auténtico sumidero de belleza en el que pronto se reflejarán todos y cada
uno de los rayos de luz que el Salvador desprenderá con su Nacimiento la
próxima Nochebuena.
Nacimiento
que, de la misma manera, aparece también majestuosamente montado y representando
a las mismas puertas del santuario patronal de nuestra Madre, y que simboliza
ese Cielo lleno de ángeles al que aspiramos los cristianos tras esta vida
terrenal.
En lo alto
de ese Cielo, la corona que ciñe la frente de nuestra Madre arriba en el Cielo,
como Reina de todo lo creado. Coronación Celestial que los ruteños emularemos
en la tierra con la solemne coronación pontificia de nuestra Patrona, como
culmen de todo el amor, fervor, devoción y cariño que sus hijos ruteños le
profesan. Un Belén lleno de luz, y que manifiesta a corazón descubierto con sus
matices la verdadera riqueza espiritual que existe en ese maravilloso Cielo, del
que algún día disfrutaremos en la vida eterna.
Desde estas
líneas queremos transmitir nuestra más sincera felicitación y enhorabuena a
todos los componentes del grupo de camarería de la junta de gobierno de nuestra
Patrona y a los miembros de la comisión de altares de nuestra Archicofradía por
su constancia, perseverancia y esfuerzo en pos de María Santísima del Carmen,
Patrona de Rute.
Gracias, porque
entre todos hacéis posible que los ruteños mortales de a pie consigamos con
nuestro rezo, tras la reja, aparecer flotando llenos de júbilo en un auténtico
paraíso carmelitano.
Que los
actos que se han celebrado durante el mes de diciembre, minuciosamente
preparados y organizados por nuestra querida comisión de coronación, nos hayan
servido para orar, meditar y reflexionar sobre la inmensa suerte que tenemos
los ruteños de vivir en una villa cuya fortaleza principal es la de amar
profundísimamente a la Santísima Virgen María bajo sus diversas advocaciones.
Del mismo
modo, que la próxima misa de Navidad -que se celebrará en el santuario de nuestra
Madre el próximo día 30 de diciembre a las 20:45 horas de la tarde -cantada por
el coro parroquial ‘Almas jóvenes’ de la parroquia de Santa Teresa de Córdoba-,
sirva para dar una verdadera y jubilosa bienvenida al 2018. Histórico año que
quedará siempre para la posteridad como aquél en el que Rute coronó por siempre
a su queridísima y amadísima Patrona.
Que así
sea.
220 días
para verte coronada.
#RuteCoronaASuPatrona
#RuteconsuPatrona
Siempre
Carmen. Siempre Patrona
¡VIVA LA
VIRGEN DEL CARMEN!
¡VIVA LA
PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA
REINA Y SEÑORA!
¡VIVA LA
EMPERATRIZ CARMELITANA RUTEÑA!
¡VIVA LA
MADRE DEL SALVADOR!
No hay comentarios:
Publicar un comentario