De esta soberbia forma luce
María Santísima del Carmen, Patrona de Rute, en su camarín, ataviada para la
Semana Santa 2017 que arranca mañana con los desfiles procesionales del Domingo
de Ramos.
Texto: Jesús Manuel Redondo Alba
Imágenes: comisión de camarería
Con la
llegada del Domingo de Ramos y la salida procesional de Nuestro Señor en su entrada
triunfal en Jerusalén ‘la Borriquita’ por las calles de nuestro pueblo da
comienzo la Semana Santa 2017, en la cual, los cristianos, rememorando la
pasión, muerte y resurrección del Señor, no debemos dejar pasar nuestra propia
y personal ocasión de reconciliarnos espiritualmente con el Señor, y de poner
en práctica ese proyecto espiritual en nuestra vida diaria con nuestros propios
hechos y obras para con los demás.
La Semana
Santa suele congregar en nuestra villa a esos ruteños que residen habitualmente
fuera de nuestra localidad y que regresan a Rute para disfrutar de los desfiles
procesionales de los días centrales de la Semana Mayor, aprovechando también su
paso por nuestro pueblo para visitar a la Patrona en su santuario con el objeto
de seguir implorando de nuestra Carmelita la protección y la esperanza que
necesitan de Ella en su vida diaria fuera de nuestro pueblo.
Buena
ocasión, por tanto, tendrán esos hermanos ruteños de contemplar a nuestra Madre
impoluta, sencilla e imponente a la vez, con ese frontis admirable y
preciosista que le otorgan el vestido de terciopelo bordado de camarín más
antiguo que conserva; el manto de estrellas con encaje de hojilla que la cubre
y la mantilla granadina en color champán que acaricia y embellece su efigie. La
corona que la enaltece, y los escapularios de tela en los que nuestra Madre
guarda tantas y tantas súplicas y peticiones de sus hijos ruteños, completan la
abigarrada y candorosa presencia pasional de nuestra Patrona. Especial mención
merece el preciso vestido blanco de terciopelo con bordados de oro de realce que
luce el niño Jesús, que yace en los brazos de la Madre con una mirada pausada,
melancólica y pensativa, sujeta y pignorada a la ejecución plena de la voluntad
de Dios Padre Todopoderoso que espera.
Extraordinaria
y bellísima presencia actual la de María Santísima del Carmen, Patrona de Rute,
acorde con el universo de humildad y sencillez de la que siempre hizo gala en
la vida de Jesús, dispuesta siempre sin reparo alguno a cumplir la voluntad del
Altísimo como esclava del Señor, Madre de la Iglesia, Madre nuestra y Patrona y
Señora de Rute.
Que alzando
la mirada a Jesús (entregado, humillado y crucificado para redimir al mundo del
pecado) esta Semana Santa, tengamos también presente que tras dicha imagen de
Jesús crucificado siempre camina María, abatida de dolor, callada y resignada
ante la consumación de la muerte de su Hijo como otra muestra y prueba más de
la inequívoca e insuperable lección de humildad que Ella nos dio durante la
pasión de Jesús, con la única finalidad de que los cristianos supiésemos hacer
más bellas todas las virtudes del alma a partir de dicha sencillez.
Virtudes del
alma que, por suerte, los ruteños, podemos enriquecer y enaltecer dirigiendo la
mirada a nuestra Carmelita, disfrutando así de lleno de la auténtica ‘pasión de Madre’ que Ella siente por
sus hijos ruteños.
Así sea.
#RuteconsuPatrona
Siempre Carmen. Siempre Patrona
¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!
¡VIVA LA PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA REINA Y SEÑORA!
¡VIVA LA EMPERATRIZ CARMELITANA RUTEÑA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario