D. Francisco Javier Córdoba
Aguilera bordó un pregón exclusivamente dedicado a la Reina y Señora, que quedará
en nuestro recuerdo como uno de los más completos de la historia.
Texto: Jesús Manuel Redondo Alba
Imágenes: Radio Rute | Jesús Manuel Redondo Alba
Imágenes: Radio Rute | Jesús Manuel Redondo Alba
Al filo de las nueve de la noche del pasado 14 de agosto daba inicio desde el domicilio de la Carmelitana Mayor 2015, Dª. Mercedes Piedra Ruiz, la excelsa ofrenda de flores a nuestra Patrona, la Santísima Virgen del Carmen, encabezada por la Reina de las fiestas y sus damas de honor -Alba y Alissa Dayce- en un cortejo integrado por todos los componentes de la Junta de Gobierno de la Archicofradía, con sus Hermanos Mayores y su Presidente a la cabeza.
Nuestro pregonero, D. Francisco Javier Córdoba, ya
reflejaba en su rostro la alegría y el
gozo de la misión que le esperaba (la más gratificante que cualquier carmelita
que se precie puede tener encomendada), que no es otra que la de poder piropear
a la Patrona
de Rute a sus mismas plantas.
La entrada triunfal del cortejo en la parroquia
mayor de Santa Catalina, tan emocionante como
solemne, culminó a las plantas de la Reina y Señora de Rute con el rezo de la Salve Marinera a la Patrona y con la emoción
de Reina y damas, que veían por fin cumplido el sueño de poder representar a la
juventud ruteña en las Fiestas Patronales de 2015.
A partir de ese momento, la magia, la emoción, los
sentimientos y los recuerdos se erigieron como protagonistas de una de las
noches carmelitanas más importantes del año.
Francisco Caballero Jiménez, en nombre de la Archicofradía, fue
el encargado de dar la palabra al presentador del pregonero y predicador de la Novena 2015, D. Pedro
Santiago Álvarez Porras, a través de unas sentidas palabras que sirvieron a la
vez de agradecimiento personal por parte de aquel a más de 30 años de amistad
inseparable con D. Pedro Santiago.
Un Pedro Santiago Álvarez Porras que, a través de
sus palabras, describió al pregonero como una persona culta, sincera, íntegra,
católica, religiosa y, sobre todo, CARMELITANO, su tesoro personal más preciado
y el cual ha hecho valer a lo largo de su vida como Presidente de la Archicofradía,
miembro de la Junta
de Gobierno, componente de los Hermanos de la Aurora, miembro de la Comisión Pro-Coronación
Canónica, Hermano Mayor de nuestra Carmelita…
A partir de ahí, D. Francisco Javier Córdoba,
tomando el mando de la nave de su culta y trabajada prosa, comenzó a navegar
por el universo carmelita ruteño en una travesía que transportó a los ruteños a
través de un océano de sueños patronales en calma, gozoso y que sirvió para
acariciar con la brisa de sus palabras la verdad de la grandeza de la Patrona de Rute.
Y es que no cabe duda que D. Francisco Javier Córdoba
plasmó en su pregón a base de una prosa literaria sencilla, perfecta y medida,
la cualidad principal que lo dibuja como persona y carmelita: su integridad,
pues íntegro resultó un pregón completo y bordado de principio a fin en el que
no dejó sin tocar ni uno solo de los adjetivos que engrandecen al Carmen de Rute desde sus orígenes hasta
ahora.
La
Aurora, el
Santuario de Nuestra Madre, la Coronación Canónica, los cultos en la ermita, el solemne
Traslado procesional o la
Novena fueron ráfagas de viento que ayudaron a nuestro
pregonero a eso, a navegar por el inmenso océano ruteño carmelitano y a
finalizar su travesía en el único puerto donde podía acabar la misma: en la
figura de María Santísima del Carmen, Señora y Patrona de Rute.
En ese justo momento, como broche de oro a un pregón
histórico hacia la Virgen,
D. Francisco Javier Córdoba Aguilera, acompañado al piano por Dª. Ana Isabel
Lazo Córdoba, entonó con la soberbia voz de tenor que posee el pasodoble Reina
y Señora, encogiendo los corazones de los asistentes, y elevando de paso a la Patrona de Rute al Cielo
un día antes de la propia fiesta de la Asunción.
Fue el broche final a un pregón excepcional, que
dejó a través de su sentida prosa muchos mensajes que no hacía falta leer entre
líneas, y que nosotros deberíamos aplicarnos personalmente en nuestro día a
día. Me quedo con uno: “Debajo del manto de la Patrona de Rute, cabemos
todos los ruteños”. Se puede decir más alto, pero no más claro.
Gracias Francisco Javier, por hacernos disfrutar de la Virgen como lo hiciste en
la noche del 14 de agosto y por recordarnos la inmensa suerte que nuestra villa
posee por tener a la
Santísima Virgen del Carmen como Madre, Señora y Patrona.
Es lo mínimo que se merece una oratoria descomunal
que, por supuesto, vistió con letras de oro el nombre del Carmen y que sirvió
para dejar en nuestra memoria un pregón con PURA DENOMINACIÓN DE ORIGEN
CARMELITANA.
¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!
¡VIVA LA PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA REINA Y SEÑORA!
¡VIVA EL ORGULLO DE NUESTRO
PUEBLO!
¡VIVA LA EMPERATRIZ RUTEÑA!
¡VIVA LA
MADRE DE DIOS!
D. Fco. Javier, pregonero. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario