Querida y adorada Patrona de Rute,
Bendita Emperatriz Carmelitana: ¡Dios te Salve!
¡ALABADA SEAS POR SIEMPRE,
REINA Y HERMOSURA DEL CARMELO!
Texto: Jesús Manuel Redondo Alba
Imágenes: Julián Rey Jiménez | Jesús Ruiz "Gitanito"
La Junta de
Gobierno de tu Archicofradía, en este su cuarto año de mandato, te saluda y
felicita en este día en el que tu nombre se escribe con letras mayúsculas en el
azulado Cielo estival que perfumas de nardo y jazmín a través de tu
incontestable y maravillosa presencia.
Nos postramos ante Ti en nombre de
todo el pueblo de Rute, proclamando tu grandeza a base de rezos, Cantos de
Aurora y plegarias de sentimiento profundo que se resumen en las tres
siguientes palabras de indescriptible orgullo y sentir carmelitano:
Devoción: la que de manera desmedida te lleva manifestando el
pueblo de Rute durante más de 91 años, desde aquel glorioso 13 de febrero de
1924 en el que tus hijos, principales protagonistas de tu vocación maternal y
patronal, te eligieron como cabeza visible de este barco que diriges con
maestría haciéndolo navegar entre el mar de olivares del que eres Reina.
Patronazgo: desde el que articulas tu soberana “Cátedra
Carmelitana”, tesoro impoluto que nuestra Junta de Gobierno ha puesto en valor
(como no podía ser de otra manera) reconociéndote tu merecida y fehaciente
intercesión durante décadas por todos y cada uno de los ruteños, de los que
siempre has estado cerca cuando más te han necesitado.
Coronación: la que se acerca y que tanto mereces como Madre y
Patrona, y que colmará con creces tus merecimientos como Reina del Cielo y de
todos los ruteños, encumbrando a nuestra villa como ese rincón de la Subbética que ama como
nadie a María y la honrará a porfía sin descanso por los siglos de los siglos.
Te ofrecemos, en el día de tu Onomástica, nuestro
trabajo y entrega en pos de haber hecho todo lo humanamente posible para dejar
tu eterno nombre de Emperatriz Carmelitana en lo más alto del universo ruteño, forjando los mimbres necesarios para
que la flor inmaculada de tu inigualable rostro virginal quede coronado
próximamente con la venia celestial del reconocimiento de Dios Padre
Todopoderoso.
Que la eterna protección de tu
Manto y de tu Santo Escapulario sea
siempre el mejor de los regalos que los ruteños siempre puedan recibir
de su Madre del Carmen.
Por nuestra parte, Carmen, no
dudes ni un instante que allá donde se encuentre tu Divina y Soberana presencia
nunca faltará un ruteño que te alabe, que te ensalce y que te proclame a los
cuatro vientos como MADRE, SEÑORA, REINA Y HERMOSURA DEL CARMELO.
Se llama María, se apellida Carmen
y, para gloria nuestra, será por siempre Patrona de Rute…
RUTEÑOS:
¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!
¡VIVA LA PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA
REINA Y SEÑORA!
¡VIVA LA MADRE DE DIOS!
¡VIVA EL ORGULLO DE NUESTRO
PUEBLO!
¡VIVA LA EMPERATRIZ CARMELITANA!
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