"Además, esta Madre
piadosísima no dejará cierta mente de interceder ante Dios, según la
tradicional promesa del llamado privilegio sabatino, para que aquellos de sus
hijos que hayan de expiar sus faltas en el Purgatorio, consigan cuanto antes el
eterno descanso de la Patria". Con estas palabras se refería Pío XII al
Privilegio Sabatino -dictado por Juan XXII el 3 de marzo de 1322- del que gozan
los carmelitas que creen y viven según el Santo Escapulario.
En este día de los difuntos, vamos a dedicar este
espacio a reflexionar sobre el mayor don que nuestra Madre del Carmen ofrece a
sus hijos, una vía segura y directa a la salvación eterna cuando dejemos este
mundo. Como intercesora que es ante Dios, el amar a la Virgen debería situarse
como una de nuestras prioridades vitales. Pero lo debemos hacer alejándonos de
elementos externos tan predominantes en el mundo de las cofradías. Para poder
comprender realmente la grandeza de este misterio, debemos centrarnos en la
esencia misma de la Orden del Carmen.
Como ya hemos comentado en más de una ocasión, el motivo principal de
la difusión de la devoción carmelitana a lo largo y ancho del globo es la
promesa que la Virgen del Carmen nos hace de ofrecernos la salvación, haciendo
que nuestra estancia en el Purgatorio termine el sábado siguiente de nuestra
muerte tras redimirnos de nuestros pecados. Rute no fue una excepción dentro de
este fenómeno. No debe extrañarnos que tras la llegada de nuestra Madre a
nuestra villa, la devoción que los ruteños le profesaron fuese aumentando de
manera vertiginosa. Aun siendo la hermandad más humilde de cuantas había en
nuestra localidad -con recursos mínimos para mantener el culto a su Titular en
sus inicios-, nuestros antepasados la hicieron suya hasta llegar a lo que hoy
podemos contemplar.
Son tantos los favores que durante la vida nos va haciendo, que no nos
debe quedar duda alguna de que su intercesión por nuestras almas en el
Purgatorio es un hecho más que palpable. Para disfrutar de este Privilegio,
tenemos que trabajarlo en forma de oración diaria y sobre todo, viviendo de
manera consecuente con lo que dicta el Santo Escapulario. Aprendamos de
nuestros mayores y de tantas generaciones que imploraron a la Reina del
Carmelo. Recemos por todos nuestros difuntos y porque encuentren la salvación
eterna.
Es nuestro deber como cofrades y devotos carmelitas el dar a conocer y
difundir la esencia del Carmelo. Nos adentramos en un mes centrado en estas
cuestiones, con una Novena de Ánimas y una misa por los hermanos difuntos.
REGINA DECOR CARMELI, ORA
PRO NOBIS
Virgen del Carmen salvando almas en el Purgatorio - Círculo de Diego Quispe Tito |
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