Te nos presentas en este día de
la Inmaculada, Señora y Patrona de Rute, con la dulzura de tu luz,
resplandeciente, clara y serena, queriéndonos anunciar a los ruteños tu
disposición ante el Señor, tu humildad y tu gloria, que se ensalza hoy entre el Hacho y las Cruces.
En esta tu fiesta de la Inmaculada
Concepción, en el que se anuncia tu ventura como Madre intacta de hombre y
llena de pureza, nos acercamos a tu Santuario para alabarte, rogándote con
nuestros rezos que nos libres siempre, Carmelita Hermosa, de la oscuridad y de
la tiniebla de los problemas cotidianos que amenazan nuestra fuente de fe y
devoción.
Amén de tus virtudes como Abogada
y Protectora nuestra, Carmen, necesitamos del sol de tu eterna luz para
alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo pues, a través de tu condición
de Madre Inmaculada, alcanzaremos la gloria junto a tu Divino Infante, para el que
está reservada la Gloria y el Soberano honor de tanta alteza.
Junto a ti, Carmelita Hermosa,
recordamos en este día a tantas y tantas personas necesitadas: no sólo en lo
que a sus necesidades económicas se refiere, sino en lo que abarca a la soledad
del alma, del espíritu y del corazón, necesidades estas últimas que, sin estar
cubiertas, ponen en riesgo la solución de las demás. Por eso, Carmen, te pedimos
hoy por ellos en la festividad de tu Inmaculada Concepción.
Y Tú, Madre tierna, sigue ayudando
a tus hijos ruteños para que nuestra voz, siga firme alabando tu rostro sagrado, en pos de que nuestra esperanza se mantenga siempre alegre en este
caminar terrenal en el que nos resultas tan imprescindible. A Tí seguiremos implorando y rezando en este año de tu Jubilar Centenario Patronal.
Contigo, Señora y Patrona Centenaria
de la villa de Rute, nunca será incierta nuestra esperanza, permanecerá impoluta
nuestra fe y alcanzaremos la gloria del Altísimo aferrados a tu Santo Escapulario.
Tú, María del Carmelo, cuyo
rostro luce siempre cual bella flor, eres la que nos salva, la que nos quita el
dolor y la que ilumina siempre nuestro corazón.
Que así sea…
¡Viva la Virgen
del Carmen!
¡Viva la Patrona
de Rute!
¡Viva la Reina y
Señora!
¡Viva la Emperatriz Carmelitana!
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