Cuando
aún están presentes en nuestra retina las bellísimas imágenes de nuestra Madre
y Patrona durante la celebración del Novenario de Ánimas (celebrado en el
Santuario de nuestra Carmelita el pasado mes de Noviembre) la espectacular
impronta que luce la Reina y Señora de Rute -ya vestida y engalanada para el
Adviento y la Navidad- ilumina de alegría y esperanza los corazones de los
ruteños, justo en la antesala de los días tan especiales que se avecinan.
Y
es que acercarse al Santuario de nuestra Patrona y contemplar tras la reja su bendita
imagen -llena de luz y hermosura gracias al trabajo del grupo de camarería de
nuestra Real Archicofradía- debe invitarnos a convertir la oración en la mejor
herramienta para limpiar nuestro corazón y hablar cada día con nuestra
Carmelita, en esa preparación que, como verdaderos cristianos, debemos realizar
en este tiempo de Adviento ante la inminente venida del Salvador. Ella, como
Madre y Patrona nuestra, siempre está dispuesta a tendernos su Santo
Escapulario para llevarnos a su lado y ayudarnos a ser mejores como cristianos
y como personas.
Contemplarte,
Madre, con capa de brocado dorado de seda y mantilla dorada de malla y a tu
Divino Infante con vestido de tisú, llenando de color y fantasía tu bendita
morada (desde la que reinas sobre el mar de olivar del que eres Señora y
Patrona) nos otorga la inestimable confianza de que nunca estaremos solos,
sabiendo que siempre te tenemos como Madre.
Con
esta hermosura, Carmen, con la que adjetivas de belleza la Navidad que se
percibe en nuestra Villa, recibirás a los ruteños tras tu reja, convirtiendo
sus temores en divinas providencias preñadas de esperanza, paz y prosperidad
para tus hijos y sus familias.
Ya
es Navidad en el Carmen, ruteños: lo dicen por sí solos todos y cada uno de los
atributos de belleza y humilde lindeza que derrocha y desprende nuestra
Carmelita, los mismos (por cierto) que eligió Dios Padre de Ella en el Alto
Misterio de la Encarnación.
Se
llama María, se apellida Carmen y será por siempre nuestra dulzura, esperanza y
alegría…
¡Feliz
Adviento, ruteños!
¡VIVA LA VIRGEN DEL
CARMEN!
¡VIVA LA PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA REINA Y SEÑORA!
¡VIVA LA EMPERATRIZ
CARMELITANA!
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