La
Iglesia católica celebra en el día de hoy la festividad de Santa Teresa de
Jesús (1515-1582), cuya personalidad excepcional llevó a cabo la difícil
empresa de la reforma de la Orden del Carmelo.
El
pasado viernes, nuestra Real Archicofradía, aprovechando la celebración de la
Santa Misa del segundo viernes del mes de Octubre en el Santuario de nuestra
Patrona, conmemoró la fiesta de Santa Teresa de Jesús, con una eucaristía que
estuvo presidida por nuestro Consiliario, el Rvdo. Padre D. José Gregorio
Martínez Osorio.
Santa
Teresa de Jesús y de Ávila, fue una mujer
con una excepcional personalidad que, casi sin recursos, llevó a cabo la
difícil empresa de la reforma de la Orden del Carmelo. Debatió con los
sabios de la Iglesia y con la sociedad que la rodeaba (siglo XVI), fundando 17 conventos
en toda España, regidos por su forma de entender la vida espiritual y dando
lugar a una ingente obra literaria que la convirtió en figura destacada entre los
escritores del Siglo de Oro. Fue ella quien inició el movimiento de los
llamados místicos en Europa y más tarde se convirtió en la patrona
de todos los escritores en lengua española y en Doctora de la Iglesia.
Fue
una mujer del Renacimiento, de lucha y de letras: andariega, decidida, solidaria,
alegre, culta, curiosa, líder, cercana y solidaria, adjetivaciones de su
persona que quedaron, sin duda, perfectamente reflejadas en su obra.
Obra
escrita de Santa Teresa de Jesús que puede catalogarse como una obra viva y
vigente actualmente (pese al tiempo que lleva escrita.). Así, sus escritos, mantienen la frescura de los
textos recién trazados y llenos de espiritualidad.
Lectora
apasionada desde su infancia, no resulta sencillo datar el comienzo de su labor
literaria pues, en su adolescencia, ya se estrenó como escritora. Amén de lo
anterior, Santa Teresa es un buen ejemplo de escritora autodidacta, en tanto en
cuanto las lecturas le sirvieron de apoyo cuando quiso relatar sus primeras
experiencias íntimas y místicas.
En
este sentido, Teresa gozó del arte de expresar debidamente lo que quería
relatar, lo cual quedó perfectamente demostrado en su plenitud como escritora
desde los 45 a los 67 años, hasta tal punto que antes de morir escribió sus
últimas páginas: llenas de frescura y estilo juvenil (capítulo 31 del Libro
de las Fundaciones).
La
autobiografía de su vida, el Camino de la perfección (1564-1579), Las Moradas
del alma, Las Fundaciones (1610), Concepto del amor de Dios (meditaciones sobre
los cantares) o sus famosas poesías (obras en honor de algunos santos como San
Andrés, San Hilarión y Santa Catalina de Alejandría) son un breve muestrario de
su extensa obra.
Mientras
se encontraba en Alba de Tormes, su salud empeoró y falleció el 4 de
octubre de 1582 (a los 67 años), siendo enterrada en el convento de la
Anunciación de esa localidad. Nueve meses después abrieron el ataúd y diseccionaron
una de sus manos (que fue enviada a Ávila).
Ya
en 1585 el cuerpo de Santa Teresa fue trasladado al convento de San José en
Ávila extrayendo del mismo varias reliquias: el pie
derecho y la mandíbula superior están en Roma, el ojo izquierdo y la mano
derecha en Ronda, la mano izquierda en
Lisboa y el brazo izquierdo y el corazón en Alba de Tormes.
Nosotros,
como carmelitas ruteños, al amparo de la Santísima Virgen del Carmen, Señora y
Patrona nuestra, debemos seguir con constancia su modelo de santidad,
sacrificio y entrega a Dios (que según ella la quiso para sí) para ser mejores
en el día a día e imitar en lo posible con nuestra propia vida, un verdadero “Camino de
perfección” hacia el Padre.
Feliz
festividad de Santa Teresa de Jesús a todos los devotos de nuestra Patrona.
¡VIVA SANTA TERESA DE
JESÚS!
¡VIVA LA VIRGEN DEL
CARMEN!
¡VIVA LA PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA REINA Y SEÑORA!
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