A las puertas del mes de Noviembre, la iglesia
católica se prepara para recordar durante el mismo a nuestros fieles difuntos
(cuya festividad se celebrará el próximo día 2 Noviembre). Dicha emotiva
festividad vendrá precedida por la celebración (el próximo Viernes, 1 de
Noviembre) de la festividad de todos los Santos, en el cual los cristianos
conmemoramos y honramos a todos los cristianos fallecidos a lo largo de los
siglos y que están en los Cielos.
Tiempo para recordar
a todos esos seres queridos que ya no están con nosotros, de orar por sus
almas, que tienen como protectoras a la Santísima Virgen del Carmen, nuestra
Señora y Patrona, como Reina que es de las Almas del Purgatorio.
Son muchos los ruteños que en las próximas semanas se
acercarán a orar al Santuario de nuestra Patrona buscando en Ella el consuelo
por la pérdida de esos seres queridos que, físicamente, ya han sido y jamás
serán, pero cuyas almas, con la ayuda de nuestras oraciones, tendrán más fácil
el camino o carrera hacia su salvación y hacia el Padre.
A todos esos hijos ruteños, los acogerá nuestra Madre
en su morada de la calle Toledo (maravillosamente
engalanada por su grupo de camarería), con el traje completo carmelitano que
nuestra Patrona estrenó el 1 de Noviembre de 2017, en la primera salida
extraordinaria que la Carmelita ruteña realizó al Santuario de Ntra. Sra. de la
Soledad y al Cementerio Parroquial de San Cristóbal, uno de los actos más
importantes del Plan Pastoral “Evangelizando Rute con María” que la Comisión de
Coronación y la Real Archicofradía programó con motivo de la Coronación
Canónica Pontificia de la Reina y Señora de Rute.
Así, los devotos que visiten a nuestra Patrona en su
Santuario durante el mes de Noviembre, encontrarán a nuestra Madre sencilla y
hermosamente engalanada con hábito de terciopelo y escudo bordado (obra de
Samuel de Cervantes) y capa de seda natural ribeteada con encaje de hojilla y
pequeños cristales (procedentes de antigua mantilla ya en desuso). El velo de
tul que colma de sencillez a nuestra Carmelita, es de seda, bordado al estilo
granadino en los talleres del Albaicín de Dª. Josefina Marqués.
El Niño de nuestra Madre, luce lleno de esplendor con
su traje igualmente carmelitano (de Lion), con escudo bordado por Dª. Isabel
Piedra y rematado con encaje de hojilla de oro fino. La tiara de plata que
ensalza el bellísimo rostro de nuestra Patrona y su hijo (regalo de D.
Sebastián Leal), encuadran a nuestra Madre y Patrona (presidiendo el Camarín de
su Santuario) en el lugar perfecto para recoger las oraciones y peticiones de
los ruteños, súplicas que Ella acogerá en el seno de su corazón como Abogada
nuestra que es.
Que cuando visitemos a nuestra Madre y Patrona durante
estos días y dirijamos nuestra vista hacia Ella, en pos de que tienda su Santo
Escapulario a las almas de esos seres queridos que ya no están a nuestro lado,
tengamos presente esa emotiva canción de los Hermanos de la Aurora que nos
llena de esperanza y sirve para mantener intacta nuestra fe en la salvación, y
que reza así:
Es
María la Nave de Gracia,
San
José la vela y el Niño el timón;
donde
van embarcadas las almas,
que
van en carrera de su salvación.
Poner
atención,
Que
esta Nave fragante y hermosa,
es
Templo y Sagrario del Hijo de Dios.
Inmensa
la suerte que tenemos los ruteños por tener como Reina de nuestras almas a la
Santísima Virgen del Carmen, nuestra Señora y Patrona.
¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!
¡VIVA LA PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA REINA Y SEÑORA!
¡VIVA LA EMPERATRIZ CARMELITANA!
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