Desde el pasado fin de
semana, frecuentar el Santuario de nuestra amadísima Madre tiene un aliciente más en
Navidad: la visita al Belén montado por la Real Archicofradía tras la reja de
la morada de nuestra Carmelita, en el cual se ha intentado recrear un ambiente
árabe por la tipología de los enseres con los cuales se ha decorado el mismo.
Así, de esta guisa, bajo una
jaima de terciopelo rosa preciosamente materializada, se nos presentan las figuras
de la Virgen y San José (bellísimas figuras de pan de oro con policromías de
óleo en tonos rojos y verdes).
Las figuras de sus
Majestades de Oriente, se encuentran ubicadas a distintos niveles colocadas
sobre ricas telas de brocado y terciopelo. Sirven para completar el conjunto en
su integridad, objetos diversos de plata, taracea y ricas gasas bordadas en
pedrería que ensalzan la estética de la tipología perseguida. Igualmente se
pueden contemplar en el conjunto espectaculares cerámicas de Fez y cobre viejo.
Finalmente, un gran farol
marroquí ilumina la estancia de la posada que pretende recrear el conjunto, cual si el mismo pretendiera anunciar la llegada de esa Estrella que, tal y como reza el precioso y conocido villancico, "...tiene luz (pero no es luz): es la Gloria y es el brillo que le
dará el Niño Jesús".
En estos días tan entrañables,
en los que caminamos por la calle Toledo para contemplar la espectacular impronta
de nuestra Patrona (preciosamente ataviada para la Navidad), intentemos no
perder el rostro preñado de alegría de la “Llena de Gracia”, en pos de seguir bebiendo
sin descanso de la fuente de paz y de fidelidad que es el Corazón de nuestra
Patrona: totalmente entregado al Señor.
Bajo dicha premisa, como
fieles devotos de nuestra Madre que somos, preparémosnos para ir todos
corriendo al portal del Carmen, cantando con alegría, esperanza y júbilo a la Navidad.
Ojalá que nuestra Madre y
Patrona así lo quiera…
Feliz espera a todos…
¡Viva la Virgen del Carmen!
¡Viva la Patrona de Rute!
¡Viva la Reina y Señora!
¡Viva la Emperatriz Carmelitana!
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