Al
filo de las nueve de la noche de ayer, la comitiva compuesta por la Junta de
Gobierno de la Real Archicofradía, Hermanas Mayores, Pregonero y Autoridades (que
había partido previamente del Paseo-Parque de Ntra. Sra. del Carmen, acompañada
de la Banda Municipal de Música de Rute), llegaba a las puertas de la Parroquia
de Santa Catalina Mártir de Alejandría, para la clausura de la ofrenda de nardos
que se había celebrado durante todo el día por el pueblo de Rute y la posterior
celebración del Pregón de las Fiestas Patronales 2021.
Allí
esperaba en su altar María Santísima del Carmen, especialmente radiante,
esplendorosa y llena de hermosura, tratando paliar con la belleza que
desprendía de su trono el intensísimo calor que había azotado durante toda la jornada
del día 14 de agosto a la villa de Rute.
Pero allí estaba Ella, dispuesta a refrescar la devoción que el pueblo de Rute le profesa a base de un frontis admirable y único, por no decir irrepetible en una imagen representativa de la Madre de Dios. Guapa, Mujer, Madre de los ruteños y Madre de Dios: eran los atributos con los que la Patrona de Rute se presentaba al pregonero, D. José Ramos, para inspirar su pluma en la noche siempre mágica (pese la pandemia y la calima) del 14 de Agosto.
Tras
el canto de la Salve ante las plantas de la Señora Rute, la Secretaria de la
Real Archicofradía, Dª. Carmen Porras Molina, tomó la palabra para dar la
bienvenida a los asistentes y ofrecer el altar de Santa Catalina a la presentadora
del pregonero, Dª. Carmen Arcos Domínguez, que especialmente emocionada de presentar
a D. José Jurado, realizó una perfecta presentación del pregonero en la que
relató de una manera excepcional la valía personal y profesional del pregonero
y, lo más importante: el enorme currículo en lo que al fervor y devoción a lo
que a María Santísima del Carmen se refiere. Nuestra más sincera enhorabuena a
Dª. María del Carmen Arcos Domínguez (Tesorera de nuestra Real Archicofradía) por la maestría con la que realización la presentación de D. José Jurado Ramos.
A
partir de ahí, fue D. José Jurado Ramos quien tomó la iniciativa con la
pronunciación de su Pregón, dando por seguro que la Virgen estaba esperando de su
literatura medida y más que cosida la unión del Cielo con la tierra, es decir,
la constatación a golpe de su excepcional prosa de lo que significa la Virgen
del Carmen para la Villa de Rute. Y a buen seguro que lo consiguió…
Tras
recordar en la intervención inicial de su pregón a los que ya nos están con
nosotros, y fijar a María como esperanza y ancla a la que agarrarnos en estos
momentos de incertidumbre que vive nuestra sociedad, la divina tentación de
tener a su izquierda a otros de los pilares espirituales de su devoción (la imagen
de Nuestro Padre Jesús Nazareno), hizo lo suficiente para bordar magistralmente
a base de emoción y sentimiento sus vivencias en torno al Señor de Rute, presencia
que catapultó al pregonero a uno de los momentos más vibrantes de su pregón.
Era
el principio, porque después de esa vibrante amalgama de prosa (abigarrada de
buen hacer y sentimiento), vendría el éxtasis del sentimiento a su Patrona a partir
de una tronada de párrafos literarios forjados a base de cualificación personal
y espiritual, que se encargaron de situar a la Santísima Virgen del Carmen:
primero como Reina del Cielo y después como Madre (hecha mujer) en la tierra de
todos los ruteños.
Impecable
fue la maestría con la que lo hizo, empleando para ello nociones de teología
adquiridas en el Seminario, así como las vivencias,
experiencias y decoro profesional que la vida le ha dado la suerte de vivir
entre Elche y su Rute natal.
Tras
acordarse de los ruteños que se encuentran diseminados por toda la geografía nacional
y destacar su importancia como embajadores de la Reina y Señora de Rute, sus
alusiones a la necesaria humanización de la sociedad en que vivimos y a la indispensable
integración y compromiso necesario en lo espiritual, la reivindicación de María
Santísima del Carmen como primera mujer de la humanidad y su regencia en el mundo
actual, llenaron de emoción a los ruteños que en ese momento escucharon la
magnífica alegoría del pregonero a la figura de la mujer. Distinción femenina que personificó en la figura de la Carmelitana Mayor, Cristi Caballero Molina, como estandarte de la juventud carmelitana ruteña.
Tras
esa alegoría, llegaron los momentos más preciosistas y sentimentales del pregón
de D. José Jurado que, con la Patrona de Rute tras de sí, bordó las frases más
vibrantes de su prosa a base de bellísimos calificativos a María Santísima del
Carmen, a la que rezaba pregonando a base de racimos de palabras que ensalzaban
a nuestra Carmelita como: ·”Jardín de Dios que llegó a Rute”, “Reina y Señora
del mar” o “Madre bellísima por dentro y por fuera”.
Como
original fue igualmente su alusión a los que son trovadores de María Santísima
del Carmen durante las fiestas, los hermanos de la Aurora, que
apelativamente dignificó manifestando estar predestinados a lanzar sus cantos a
la Carmelita ruteña sin casi necesidad de entrenamiento o ensayo para ello. Y a
buen seguro, que es totalmente cierto.
De
ahí hasta el final de su pregón, D. José Jurado navegó subido en su excepcional
prosa por un mar de mensajes que, además de no dejar indiferente a nadie,
sirvieron para exaltar las glorias de María a través de su fiesta, de su
humanidad como Madre y como símbolo de unión de todos los ruteños.
Importante
fue su aseveración y alusión final a la hora de manifestar la obligación que
como hijos de nuestra Patrona debemos tener los ruteños a lo largo de todo el
año, a la hora de corresponderle amándonos los unos a los otros y mostrándole
nuestro compromiso cristiano, de fe y solidaridad, que acabó rematando con sus
recuerdos a la Carmelita ruteña, siempre unido a él desde su salida de Rute.
Desde
la Junta de Gobierno de la Real Archicofradía de María Santísima del Carmen,
queremos expresar a D. José Jurado Ramos nuestra más sincera enhorabuena por su
más que trabajado Pregón, que siempre quedará para la posteridad de la historia
carmelitana como aquel que elevó a la máxima potencia de la humanidad, la
suprema DIVINIDAD de la Señora y Patrona de Rute.
¡Viva la Virgen del Carmen!
¡Viva la Patrona de Rute!
¡Viva la Reina y Señora!
¡Viva la Emperatriz Carmelitana!
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