En el día de ayer
trascendía la triste noticia del fallecimiento de D. Alfonso Quevedo Aroca, excepcional carmelita y hermano de
nuestra Archicofradía que, durante toda su vida, ha dedicado su empeño, entrega
y sacrificio personal en pos de difundir y hacer más intensa la devoción que el
pueblo de Rute siente por María Santísima del Carmen, su excelsa Madre y
Patrona.
A lo largo de su vida,
amén de haber ostentado diversos cargos en varias juntas de gobierno de la
Archicofradía, ha tenido el honor de ser Hermano Mayor de la Patrona de Rute
(junto a su hermana Carmen (q.e.p.d.) en 1987, y de formar parte de los
Hermanos de la Aurora (en los cuales deja un hueco difícil de llenar como
solista) durante décadas.
Igualmente, fue nombrado Mayordomo Honorario de nuestra Patrona
por nuestra Archicofradía en Febrero de 2012 (junto a D. Luis Jiménez Tirado y
D. Loreto Garrido Cordón) y miembro de la Comisión Honorífica de la Coronación
Canónica Pontificia de nuestra Patrona a principios de 2018.
Sensible pérdida para la
familia carmelitana ruteña, sobre todo para los que tuvimos la suerte de
heredar de él la devoción a la Santísima Virgen del Carmen, de contagiarnos de
su inmensa pasión por nuestra Carmelita y de vibrar a su lado en las noches
aguardentosas y calurosas de Aurora en las que jamás se le atisbaba ni un ápice
de cansancio cantando y pregonando el nombre de la Madre de Dios bajo la
advocación del Monte Carmelo. Todo un ejemplo para los que, como solistas de la
Aurora, aprendimos de él esa ilusión de pregonar a la Madre de Dios cantando
por las calles de nuestra Villa.
Nuestro adiós y
reconocimiento eterno a un carmelitano de los pies a la cabeza que nunca dudó
un solo instante en entregarse a la Patrona de Rute en cuerpo y alma, y que nos
deja para siempre con la inmensa satisfacción de haber visto Coronada a su
Carmelita el pasado 28 de Julio.
A partir de ahora,
querido Alfonso, no necesitarás visitar el Santuario de la Virgen del Carmen
para contemplar su admirable y maravilloso frontis, entre otras cosas porque
cada día verás el amanecer junto a Ella en un Rosario de la Aurora sin fin que
tendrás la suerte de rezar sin solución de continuidad junto a nuestra
Carmelita en el Paraíso.
No obstante, sigue
rezando desde el Cielo con tus solos de Aurora por todos nosotros y por tu
pueblo, para que algún día seamos dignos de contemplar junto a ti, el divino
rostro de la Señora y Patrona de Rute.
Ten por seguro que la
Virgen habrá tenido en cuenta todos los pasos que durante tu vida, diste en su
favor. Sin duda alguna que así habrá sido.
Hasta siempre, querido
hermano y cofrade…Cuidate por ahí arriba.
Que así sea…
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