Texto: Jesús Manuel
Redondo Alba.
Imágenes: Jesús Ruiz ‘Gitanito’.
Casi
sin darnos cuenta, ayer se cumplió un mes desde que nuestra excelsa Madre y
Patrona fue coronada pontificalmente por el Excmo y Rvdmo. Sr. obispo de la diócesis,
D. Demetrio Fernández González, dejando grabado para siempre en la historia de
nuestra villa con letras de oro aquel 28 de julio de 2018.
Aún
permanecen nítidas y perfectamente esbozadas en nuestra memoria, las bellas
estampas de nuestra Carmelita calle Juan Carlos I abajo, acompañada por los hermanos
de la aurora, camino de su parque, para ser colocada en el fantástico altar
dispuesto para la celebración de la misa pontifical de su coronación.
Imágenes
llenas de ternura, cariño y emoción que cada ruteño guardará en su corazón a su
manera, moldeándolas a su antojo en un cúmulo de sensaciones e interioridades
que, desde aquel día, ya forman parte de nuestra propia existencia, de esa
terrenal y exquisita existencia ruteña teñida de gloria aquella tarde por el
color blanco y marrón del Carmelo.
Como
también resonarán para siempre en el recuerdo de los devotos de la Patrona de
Rute las bellísimas palabras del Sr. obispo de Córdoba en la homilía de la misa
de coronación, o las de nuestro consiliario, cargadas y abigarradas de profundo
sentimiento y fervor hacia nuestra Madre.
Fue
entonces, cuando en aquel terrenal Jardín del Cielo que simulaba el parque de
nuestra Madre, a las 21:47 horas, nuestra villa, plantando un precioso beso de
amor a su Madre y Patrona, coronó para siempre a la que ya es Reina en el Cielo:
a nuestra Señora y Patrona, a nuestra Madre del Carmelo (como muy bien ha
dejado plasmado y escrito para siempre nuestra hermana cofrade Ana Burguillos
en uno de los magníficos himnos de coronación de nuestra Carmelita).
Es
nuestra misión ahora, como devotos de nuestra Madre del Carmen y de su santo escapulario,
seguir preservando y velando por mantener impolutos los pasos dados en pos de
la evangelización de nuestra villa con María, intentando ser mejores con los
demás y luchando por seguir ejerciendo el bien y la caridad. Sólo de esta
manera, los ruteños conseguiremos que siga brillando incesantemente la corona
que aquel 28 de julio los ruteños ceñimos sobre la frente de la Madre de Dios.
Que
tu intercesión, Patrona celestial, sea fuente de perdón para la eternidad (como
muy bien reza en la letra del otro himno de coronación a nuestra Patrona, obra
de nuestro excepcional maestro y paisano D. Antonio González) pues, esa
intercesión de Madre, es la que nunca nos dejará huérfanos en la fe y en la
esperanza.
Se
llama María, se apellida Carmen y por suerte para los ruteños será por siempre
Patrona de Rute.
¡Alabada
seas por siempre, Reina, Señora y Patrona coronada de todos los ruteños!
#RuteconsuPatrona
Siempre Carmen. Siempre Patrona.
¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!
¡VIVA LA PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA REINA Y SEÑORA!
¡VIVA LA EMPERATRIZ CARMELITANA!
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