Texto: Jesús Manuel Redondo Alba
Imágenes y vídeo: TJenlared
A lo largo de
los últimos días, los cristianos hemos sido testigos (entre la incredulidad y
la indignación) del absurdo e injustificado debate generado en los medios de comunicación
sobre la necesidad -o no- de continuar con las retransmisiones de la santa misa
matinal de los domingos que actualmente se emite en la segunda cadena de la televisión
pública española, perteneciente a Radio y Televisión Española (RTVE).
Gracias a Dios, la movilización de la
feligresía española a ese ‘desafío’ lanzado contra la religión cristiana ha
sido maravillosa, sobre todo si se tiene en cuenta que dicha respuesta ha sido
la protagonizada por todas esas personas que, de manera callada y silenciosa -cual
si del rezo de una oración se tratase- han permanecido, permanecen y
permanecerán detrás de la televisión esperando que el Señor llegue a las casas
de enfermos, ancianos e impedidos.
A colación de lo anterior, nuestro pueblo
puede presumir del privilegio de haber contribuido a que la palabra de Dios
llegara a los hogares de España para
fundirse con los corazones de esos cristianos que, aunque no en cuerpo, sí en
alma esperan que el mensaje de Jesús llene su particular Día del Señor de amor,
de gozo y de satisfacción personal.
Estoy seguro, queridos ruteños y devotos de
nuestra Patrona, que aún recordáis con alegría y nostalgia aquella luminosa
mañana del 06 de agosto de 1989, fiesta
de la Transfiguración del Señor, en la cual Rute tuvo el privilegio de ser sede del programa de TVE ‘El Día del
Señor’, emitiéndose en directo la santa misa desde la iglesia parroquial mayor
de Santa Catalina mártir.
Nunca olvidaremos esa maravillosa estampa del
altar mayor de Santa Catalina presidido por María Santísima del Carmen, Patrona
de Rute, excepcionalmente engalanada para la ocasión y en medio de un exquisito
entorno floral cuidadosamente preparado durante semanas. Tampoco olvidaremos los
preparativos de los días previos en los que la llegada de las cámaras de
televisión a nuestro pueblo llenó Rute de ilusión, unión y expectación en torno
a las pruebas y ensayos que se realizaron en los días anteriores a la
retransmisión en el interior del majestuoso templo parroquial principal.
Particularmente, queridos carmelitas, siempre
tendré en mi pensamiento la maravillosa
introducción a la santa misa realizada por el magnífico presentador y
comentarista del programa, D.
Eduardo T. Gil de Muro, quien -con su inconfundible voz y su inigualable
prosa poética-, describió desde el corazón, como si fuese un ruteño más, lo que
nuestra villa siente por su excelsa Patrona, Reina y Señora.
Aquella estampa de la Patrona sobrevolando nuestro
pueblo en medio de un cielo azul inmaculado y aderezada con el sentimentalismo
de las palabras de D. Eduardo T. Gil de Muro, amén de hacernos un nudo en el
corazón sirvió para que nuestra Carmelita -y el pueblo de Rute en bloque- honrara
a la religión cristiana y exaltase a María como Madre de Dios y Madre de la
Iglesia.
A más de un ruteño residente fuera de nuestra
villa se le escaparía más de una lágrima por su mejilla esa mañana, henchido
hasta la extenuación por haber tenido la satisfacción personal de ver el rostro
de su Patrona por la pequeña pantalla del televisor.
Vaya desde
aquí nuestro humilde homenaje a todas esas personas que hicieron posible aquel 06
de agosto de 1989, muchas de las
cuales ya no están con nosotros, pero que efectuaron todo lo posible para que
nuestra Patrona, a través del televisor, honrara con su presencia la
retransmisión televisiva, aún vigente, de la santa misa dominical.
Asimismo, os adjuntamos un vídeo resumen
realizado por TJenlared en el que se agrupan los momentos más vibrantes del
programa ‘El día del Señor’ de aquella gloriosa y emotiva mañana dominical
veraniega.
Disfrutadlo. Que así sea.
#RuteconsuPatrona.
Siempre Carmen. Siempre Patrona.
Siempre Carmen. Siempre Patrona.
¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!
¡VIVA LA PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA REINA Y SEÑORA!
¡VIVA LA EMPERATRIZ CARMELITANA RUTEÑA!
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