Con esta espectacular sencillez se muestra María Santísima del Carmen para la
celebración de la novena de Ánimas en su Santuario durante el mes de noviembre.
Texto: Jesús Manuel Redondo Alba
Imágenes: Jesús Manuel Redondo López
Os pido la venia habitual que a veces me gusta
solicitar para dirigirme a la
Reina y Señora de Rute (en mi nombre y en el vuestro propio)
en pos de escribir, a partir de su descomunal y actual atavío carmelitano, la
más bella de las oraciones que sirva para testificar y elevar ante el Altísimo la
infinita belleza patronal que emana de la soberbia estampa de nuestra Madre.
Pero me parece oportuno previamente reconocer al
grupo de camarería de la
Archicofradía, responsable de la exquisitez estilística de
nuestra Madre, el extraordinario trabajo realizado para con nuestra Patrona en
estos cuatro intensísimos años en torno a la joya más preciada y querida que
los ruteños guardamos en nuestro corazón: la Señora y Patrona de nuestra villa. Gracias por
vuestra entrega, sacrificio, esmero y constancia a la hora de preservar como
nadie el patrimonio de nuestra Madre, así como por vuestro buen hacer en
mostrarnos, una vez tras otra, a la
Patrona de Rute como lo que es: el tesoro más impoluto y
sagrado que engrandece como nadie la historia de nuestro pueblo.
Alma, corazón y sentimientos que pongo en vuestro
nombre también a los pies de la
Señora, al contemplarla “cual hermosa Luna” con su actual
impronta carmelita: impecable, recta, primorosa, radiante y fragante de una
hermosura que despliega como colosalmente desde su sagrada morada de la calle
Toledo: por eso es Reina, Señora y Patrona de Rute, y por eso se merece que los
que estemos a su lado la honremos dispuestos a velar por Ella con nuestra
devoción, de tal guisa que su reinado se prolongue eternamente más allá de
nuestra vida terrenal.
Así estás ahora, Madre: sencilla para erigirte durante
el mes de noviembre como la Reina
del Purgatorio que vela por las almas de los ruteños que ya no están en nuestro pueblo, pero que se encuentran
contigo en el Cielo compartiendo tu Reinado y tu soberano Patronazgo sobre
nuestra fe, nuestra alegría, nuestro pesar, nuestra ilusión y nuestra
esperanza.
Muéstrate, Carmen, sobre nosotros en este valle de
lágrimas terrenal: pues sólo de la mano de tu Santo Escapulario podremos llegar
directos a la presencia del Altísimo.
Desvélanos con tus virtudes de Madre todos y cada
uno de los caminos que nos llevan a Jesús, Fruto Bendito de tu vientre, y
ejerce tus insustituibles dotes de Abogada nuestra para hacernos cada vez
mejores ante los inevitables pleitos y conflictos espirituales y personales que
la vida terrenal nos plantea.
Ejerce tu reinado sobre nosotros para que desde tu
“Reino” de la calle Toledo, lugar desde el cual tienes potestad para mandar
sobre nuestra villa, sigamos siempre embriagados por el angelical perfume de la
flor del Carmelo de tu nombre, siempre abierta.
En ti ponemos nuestro anhelo, Carmen, a tus rezos
encomendamos nuestra inquietud: el Rute de fe que pretendemos, Madre, es el
mismo que quieres Tú.
Que así sea, excelsa Patrona de Rute.
¡VIVA
LA VIRGEN DEL
CARMEN!
¡VIVA
LA PATRONA DE
RUTE!
¡VIVA
LA REINA Y
SEÑORA!
¡VIVA
LA REINA DEL
PURGATORIO!
1 comentario:
Bella, Brillante, Espectacular y Madre.
"Ella" Nuestra Señora del Carmen.
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