Salida (Foto: J. Macías) |
Ya anunciábamos ‘la delicatessen’ que nos
esperaba este pasado domingo con la salida procesional de María Santísima del
Carmen en su solemne Traslado procesional hacia la parroquia de Santa Catalina: y así
ocurrió.
De todas formas, el calificativo de ‘delicatessen
visual’ lo dejó corto la
Patrona de Rute cuando en torno a las nueve de la noche
Nuestra Carmelita destapó un año más el tarro de las más selectas esencias
carmelitanas para devolver y brindar a su pueblo una parte de las visitas que
día tras día todos los ruteños le hacemos a su casa, a su Santuario, a ese
corazón de nuestro pueblo que bombea la fuerza que a esta Villa mantiene con
vida.
Para colmo, un Rute engalanado hasta la
bandera puso la alfombra roja a la
Patrona de Rute para que paseara su “elegante” sencillez a
base de miradas, de bendiciones y de proyectar la luz de su rostro allá donde la Señora lo dirigía: a sus
hijos, como no podía ser de otra manera.
La llegada de la Patrona a la Plaza que lleva su nombre, a
reventar para ver a la Madre
de los ruteños en el corazón de nuestro pueblo, volvió a recordarnos un día del
Carmen “chiquito”. Fue entonces, cuando al son de piano, la Coral Bel Canto de Rute,
en una extraordinaria y emotiva actuación,
enalteció los corazones de los ruteños entonando el Himno de Nuestra
Patrona, la Salve
Marinera y ese pasodoble que se titula como nuestra
Carmelita: Reina y Señora. En ese momento, más de una lágrima se escapó de las
mejillas de los ruteños, bajo un cielo iluminado de una preciosista
parafernalia pirotécnica. Se había desatado la apoteosis carmelitana y
patronal.
A la entrada de nuestra Patrona en su templo
(tras un triunfal paseo por la calle Roldán y Portugueses con balcones vestidos
de gala a base de colgaduras, bordados con alegorías al Santo Rosario y escudos
carmelitanos) el Consiliario de la Archicofradía recibía a nuestra Patrona con su
Himno y la Salve,
entre una multitud de ruteños que se
agolpaban en torno a la Madre
de Dios, y que aprovecharon para abrazarla cuando sus andas estaban en el
suelo.
Desde estas líneas queremos agradecer y dar
nuestra más sincera enhorabuena a nuestro Hermano Mayor, D. Juan Gómez
Granados, a nuestro pregonero, D. José María Serrano Lanzas, así como al
extraordinario grupo de personas que con ellos colaboran, por el magnífico
trabajo realizado en pos de engalanar nuestro pueblo de la manera que lo han
hecho, para honrar a nuestra Patrona, pues todo lo que haga el pueblo de Rute
es poco para lo que merece la
Señora.
La Patrona de Rute ya preside el altar de la Parroquia Mayor de
Santa Catalina en un año muy especial para Ella tras el anuncio del comienzo de
la carrera hacia su Coronación Canónica,
más que merecida por lo que CARMEN significa para este pueblo, para su nombre y
para sus hijos.
¡Felicidades, y
bendita seas por siempre, Patrona sempiterna ruteña!
¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!
¡VIVA LA PATRONA DE RUTE!
¡VIVA LA MADRE DE DIOS!
*Fotografías de Jesús Manuel Redondo Alba
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