domingo, 5 de diciembre de 2021

ESTRELLITA DEL MONTE CARMELO: FUENTE DE PAZ Y FIDELIDAD

De esta maravillosa manera luce vestida para el Adviento y la Navidad María Santísima del Carmen en su sagrada morada de la calle Toledo.


Hace tan solo unos días, Carmen, te contemplábamos en el camarín ataviada con todos los atributos de tu belleza pero llena de humildad y sencillez, como Reina del Purgatorio, encargada de velar por las almas de los ruteños que ya no están con nosotros.

Diciembre y el fantástico trabajo del grupo de camarería de nuestra Real Archicofradía, utilizando imperdibles de esperanza, de vida y de ilusión, han conseguido que tu bendito rostro brille más si cabe entre nosotros, en pos de anunciarnos que esa “Estrella” que va a nacer (y que no es otra que el Fruto Bendito de tu vientre) llegue hasta nosotros haciéndose plena en ti la voluntad de Dios.

Los ruteños sabemos que poco necesitas para encontrarte bella, pues la hermosura que derrama tu rostro allí donde lo luces, refleja una amalgama de virtudes que no son ni más ni menos que las de Dios, esas que Tú practicas como nadie para enseñarnos que todo hay que hacerlo a su imagen y semejanza.

Uno de esos atributos es la luz después de la muerte, de un sufrimiento, de un desengaño o de una enfermedad, y que con la claridad que luce tu rostro para el Adviento nos llena de vida e ilusión a los ruteños por estas fechas. Es la luz que te apellida como Patrona de Rute, como Madre que siempre está ahí, guiándonos y acompañándonos con su amor.

Y es que el manto dorado brocado con pedrería que luces a juego con tu saya de terciopelo bordado, y tu corona dorada que un buen día recibiste como regalo de Dª. Ana Villén, nos transportan a elevar tu rostro al Cielo, en pos de perdernos contigo en esa inmensidad de estrellas sobre las que Tú reinas, haciéndote notar entre las mismas en forma de un luminoso rostro que es el responsable de la alegría de nuestro corazón.

Serás durante estos días la Estrellita del Monte Carmelo que nos guíe a ese Niño tuyo que ahora encontramos en tus brazos dulce y sereno, lleno de un blanco inmaculado en forma de vestido de terciopelo y con sonajero de plata en mano para ponernos alerta durante el Adviento de su inminente llegada. Un Divino Infante que es para los cristianos el alfa, la omega, el principio y el fin: es decir, la esperanza de los cristianos para tener consuelo ante todo el mal que nos acontezca.

Nos encanta contemplarte de cualquier forma: ¡cómo se te puede poner algún defecto, Carmen, si estás hecha a imagen y semejanza de Dios! Bendito modelo que el Señor trajo a Rute para poder llegar hasta Él.

Gracias, Carmen, por ser Reina, Patrona y fuente inagotable de paz y de fidelidad. Intentaremos los ruteños recompensártelo con nuestro amor, si es que hay cantidad suficiente del mismo para agradecer tanta hermosura, humildad, paz y fidelidad.

Feliz Adviento a toda la villa de Rute.

 

¡Viva la Virgen del Carmen!

¡Viva la Patrona de Rute!

¡Viva la Reina y Señora!

¡Viva la Emperatriz Carmelitana!




 




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